viernes, 11 de enero de 2019

El pionero Roberto Hunt

"En razón de que don Francisco de Paula Illescas debía ausentarse a Santiago de Chile, designó apoderada a su esposa doña María Mercedes Jara y Carbajal para que lo representara en los autos sucesorios de su padre y para que dispusiera de los bienes heredados en forma que lo estimara más conveniente.
Producida la Revolución de Mayo de 1810 y conocida en Inglaterra la noticia del surgimiento de una nueva nación que ofrecía amplio campo de acción a los hombres de empresa, se embarcó rumbo a estas playas el ciudadano londinense don Roberto Hunt que acababa de contraer matrimonio con doña Mary Nichs.
En Buenos Aires se asocia con un compatriota Charles Higinson y juntos resuelven dedicarse al abasto de navíos y juntos resuelven dedicarse al abasto de navíos -actuales proveedores marítimos- para cuyo efecto resuelven la adquisición de una extensión de tierras en las proximidades de la ciudad para la cría de hacienda y el saladero de carnes para el sustento de las tripulaciones de las naves en viaje.
Habiéndose interesado  a principios del mes  de octubre del año 1811 don Roberto Hunt y don Carlos Higginson en la compra de la mencionada estancia, doña María Mercedes Jara y Carbajal y su hermano político el presbítero don Roque Illescas resuelven su enajenación, otorgando escritura ante el escribano don Juan José Rocha el día 15 de octubre del citado año 1811.
La venta de esta extensión de tierra de 1.000 varas de frente por dos leguas de fondo, o sea 1.200 cuadras, se realiza por la suma de 3.300 pesos comprometidos "los galpones, casa ruidosa, maderas y cuanto en dichas tierras existe plantado, con todos los ganados mayor y menor, utensillos, ..."
Don Roberto Hunt y don Carlos Higginson levantan las poblaciones en las proximidades del deslinde con Quilmes -cerca de las tierras ocupadas más tarde por la chacra "San José" del señor Castaños- y en las inmediaciones de las mismas levantan un establecimiento para la salazón de carnes.
Para el faenamiento de la hacienda y el salado de las carnes el establecimiento con 16 esclavos, a los que el carácter autoritario de don Roberto Hunt manejaba con excesivo rigor.
El uso del látigo al que don Roberto apelaba con frecuencia, provocó en cierta oportunidad el alzamiento de los esclavos, que determinó por su peligrosidad, la rápida huida y encierro"....

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