viernes, 2 de agosto de 2019

Breve historia del Hotel La Delicia



https://www.facebook.com/ArchivoGeneraldelaNacionArgentina/videos/499073940857386/UzpfSTEwMDAwMTAzOTc4MTgwMzoyNjg1MTY3ODY0ODYxMTgw/

por Prof. Silvia Roxana Leys
En el verano de 1872 para beneficio del progreso del nuevo pueblo Almirante Brown y confort de los vecinos, Esteban Adrogué anunció la habilitación de un hotel. Por lo cual, seguidamente, en abril del mismo año comenzaron los trabajos de ampliación y construcción de nuevas dependencias para hacerlo apto a su nuevo destino, ya que tan solo habría sido la vivienda particular de la familia Adrogué-Amestoy hasta entonces, destinada para vacaciones en verano, o para escapar de alguna epidemia que irrumpiera en Capital Federal, donde realmente tenían sus viviendas permanentes.
Uno de los cambios necesarios se realizó en los fondos, los cuales se comprendían tomando como referencia el frente que daba sobre el Camino Real, es decir,  la calle Espora. Allí se construyó una gran represa ovalada con capacidad para más de 45.000 litros de agua que se extraía de un ancho pozo por medio de un balde y también por un molino coniforme de iguales características a las que habría instalado en su quinta “Los Leones”. Más tarde, la represa fue reemplazada por una  serie de depósitos convenientemente distribuidos, y el molino horizontal “visvento”, por otro vertical colocado sobre alta torre, el cual era auxiliado por un motor a vapor. Y para otorgar más belleza en una de las piletas habitaron gran variedad de peces. Por lo que,  Domingo Faustino Sarmiento interesado en las especies de animales acuáticos  obsequió a Esteban Adrogué una pareja de carpas.
Otro de los cambios que se realizaron en aquel entonces se efectuaron en el parque al plantar más eucaliptos, los que rodearon los límites de todo lo que comprendía el predio.
Además, mientras se procedía a poner en orden los espacios necesarios para habilitar al  hotel, surgió su nombre "La Delicia", el 14 de noviembre de 1872. Esto sucedió cuando Enrique Ocho expresó el placer que sentía al tomar unas cervezas, en los jardines de la casa que sería el hotel. Él dijo:-"¡Esto es una  delicia!",  y  de inmediato Don Esteban al oír tal exclamación la hizo suya, respondiendo:  -"ya el amigo Ochoa a bautizado al nuevo hotel".
Fue así como a partir del 30 de noviembre de 1872 se anunció la próxima  inauguración del hotel La Delicia de esta manera: "...el 1 de diciembre abre el Hotel La Delicia y hay un gran banquete, invitadas cincuenta personas y música y Teatro, así que estará nuestro barrio muy favorecido" .
Llegado el 1 de diciembre quedó inaugurado al servicio del público el Hotel La Delicia,  el cual sería con el correr del tiempo, reconocido por la jerarquía de sus huéspedes y el  esplendor de sus fiestas, a tal punto que adquirió buena fama y prestigio a nivel nacional  e internacional.
En enero de 1873, Esteban Adrogué, hace publicar un aviso en el diario Tribuna, por lo cual se informaba que el Hotel La Delicia estaba disponible para ser alquilado, en respuesta al anuncio Nicolás Ratazzi se convirtió en el primer arrendatario.
Hotel La Delicia. Se alquila este establecimiento recién construido, el primero de su clase en la campaña, a cuatro leguas distante de la ciudad, sobre la vía férrea del Sud, estación Adrogué, entre las de Temperley y Burzaco. Comprende el edificio 5 departamentos y habitaciones para personas solas, sin incluir las del servicio.Se encuentra todo ocupado por familias desde el 1 de diciembre del año pasado en que se abrió el servicio público. Su situación, gran capacidad, con agua abundante para el servicio, baños, gallineros, sótano, aljibe, cochera, caballeriza. Todo concurre a su objeto. Está recién amueblado y se alquila bajo bases equitativas, contrata para su explotación. Las personas que se interesen pueden ver el establecimiento y para saber las condiciones , a la casa calle Piedad 325 desde las doce hasta las tres de la tarde".
Por consiguiente, el 10 de abril de 1873, en el mismo periódico, el arrendatario Nicolás  Ratazzi manda a publicar luego lo siguiente:
“Hotel La Delicia. En este cómodo situado a cuatro leguas de la ciudad sobre la vía férrea del Sud, estación Adrogué de la ciudad sobre la vía férrea del Sud, estación Adrogué, las familias o personas que gusten alojarse o pasar uno o varios días en el campo, encontrarán trato esmerado y precios equitativos. Por lo cercano que está y la facilidad que ofrecen los trenes que recorren esa vía en combinación con los tranways que cruzan la ciudad, poniendo en comunicación las partes más distantes con la Plaza Constitución de donde parten dichos trenes, se ve fácilmente la economía que será a las familias que acostumbran pasar una temporada en el campo, la residencia en este establecimiento. Su repartición conciliar, comodidad, salubridad y hermosas vistas por lo fértil y ondulante del suelo y árboles que le adornan. Los interesados deben concurrir al mencionado hotel que encontrarán con quién tratar”.
Debido al éxito del Hotel La Delicia, su dueño Esteban Adrogué, decidió seguir con los cambios en las instalaciones a fin de aportar aún mayor confort para la gente,  por eso también lo equipó de un moderno sistema de gas acetileno. Las instalaciones quedaron terminadas a mediados del mes de septiembre de 1873 y el establecimiento reabrió sus puertas a la nueva temporada el 1 de octubre bajo la dirección de un nuevo arrendatario Bernardo Barranse, quien también reiteradas veces publicitó lo que brindaba el Hotel La Delicia, en los periódicos Tribuna y La Pampa, principalmente destinado para la gente de la élite social de Buenos Aires. No obstante, ante los cambios de arrendatarios y de instalaciones para mejoras, no impidieron que el Hotel La Delicia, sea el punto culminante de festejos para las primeras inauguraciones municipales. En primera instancia, se inauguró la capilla provisoria y la casa del cura el día 1 de enero de 1875 contando con la presencia del Arzobispo Monseñor Aneiros y de varios sacerdotes y seminaristas. Ellos fueron partícipes de un almuerzo al mediodía; y por la tarde, se reunieron varios jóvenes, los que  improvisaron el primer baile del hotel contando con la presencia de la gente del pueblo y los invitados de Buenos Aires. En segunda instancia, se inauguró  el Templo Parroquial el 6 de enero de 1878, fecha que fijó el cura párroco Severino Álvarez y  Otero y el Juez de Paz Ramón Hunt. Luego todos los concurrentes disfrutaron de un banquete en el ya mencionado hotel. En tercera instancia, se realizó la primera reunión pública en el Hotel La Delicia motivada por el fin del año 1878 y el sorteo de rifas, las cuales contaban con gran cantidad de premios, entre ellos se encontraría como primero,  la casa quinta La Cucaracha, donde se reunía la Comisión Municipal en la planta baja por deseo de Esteban Adrogué. Esta surgió ante la necesidad de recaudar fondos para seguir construyendo los edificios propuestos en el diseño del plano por José Canale y previsto por el gobierno municipal. Sin embargo, el ganador no tomó posesión de la casa. En cuarta instancia, siendo Luis Hunt Juez de Paz  se inauguró el 31 de octubre de 1882 la Casa Municipal. Concurrieron el Gobernador Dardo Rocha, el Ministro de Hacienda Francisco Uriburu y comitiva. Ellos disfrutaron de un banquete en el Hotel la Delicia.
Según la Nota de Adrogué de Antaño, el Hotel La Delicia habría sido clausurado por un período de tiempo para luego ser rematado ante martillero público el 26 de octubre de 1902 sobre la base de $ 120.000. Esta información fue extraída de las noticias del diario La Razón del 2, 9 y 30 de noviembre de 1902.
“El jueves caerá bajo el martillo del rematador, el coloso de la aristocrácia, esa delicia terrenal que fuera nido de amores y placeres y que guarda entre sus muros y el ambiente de su espléndido parque, mil intrigas de buen tono y mil recuerdos que, la acción del tiempo no hará desaparecer. La Delicia ha seguido el rumbo de todas las obras humanas. Surgiendo de entre un oasis encantador, su fundador don Esteban Adrogué, supo imprimirle el sello que caracteriza todas sus obras y el suntuoso alojamiento que fuera el centro de las más hermosas reuniones sociales, que hasta hace poco hacían lucir todavía su pendón glorioso, hoy yace silencioso guardado por los perfumados eucaliptos, nudos compañeros del grandioso edificio que se va a vender en subasta pública. Pero esta venta, no señala el fin de su existencia, sino es tan solo un accidente que no lo llevará al olvido, ni al no ser, porque esa operación quizás, le sea propicia y le augure nuevos triunfos y pueda agregarse a las crónicas sociales nuevas páginas arrancadas, de las carteras de los cronistas galanos, recogidas en las fiestas futuras celebradas en sus amplios salones. No dudamos que esto sucederá, sabemos por qué lo decimos, y cuando resurja otra vez a la vida del bullicio La Delicia con todos sus encantos, volverá la animación al pueblo entristecido con este sueño para el perjudicial, del grandioso hotel.”
“ Después de una corta clausura vuelven nuevamente a abrirse las puertas del gran hotel. Otra vez el parque elegante verá luces y movimiento en sus hermosas avenidas y otra vez la mansión suntuosa será el refugio de la sociedad distinguida, que alli, siguiendo la tradición, se dará cita para renovar tanta fiesta aristocrática, tanto ratos de bonheur en las noches de verano. ¿Quién no haya vivido en la buena sociedad porteña, no ha pasado un rato feliz, gozando del confort y de las delicias que proporciona el magnífico establecimiento? El grandioso hotel se reabre bajo la dirección de un viejo conocido, de un veterano que no ha temido al fantasma pavoroso de la tremenda situación actual, de don Carlos Aellig, que con una audacia temeraria, llena de luces al solitario edificio y brinda su hospitalidad a la gente que sabe vivir y que gastan desafiando las inclemencias de la situación. No somos pesimistas, no le auguramos un colosal negocio al simpático don Carlos, pero sí podemos garantir, que bajo su competente dirección, marchará en la holgura el aristocrático establecimiento, sin que falte nada puede exigir el más refinado buen gusto. Del 15 al 20 de noviembre del corriente mes, se abre otra vez al público el “Hotel La Delicia” y con su funcionamiento volverá para Adrogué la alegría.”
“Mañana es el día señalado para la reapertura del grandioso y aristocrático hotel. La clausura temporaria del magnífico establecimiento, que cuenta con su historia tantos triunfos sociales, hizo notar la ausencia de alegría, casi de vida, en esta hermosa localidad. La Delicia se inicia bajo simpáticos auspicios y vuelve a ocupar con brillo, el puesto que lo tiene señalado, conquistado con justos títulos, en nuestra alta sociedad porteña. Su nuevo competente propietario le ha reformado completamente y no ha omitido sacrificio alguno en amueblarlo con el más refinado buen gusto y confort y en lo que respecta a la parte gastronómica tendrá al frente de su cocina un chef de primer orden como también una bodega insuperable. Con motivo de esta reapertura, el señor Aellig obsequia hoy con un banquete a la prensa y a las autoridades locales, banquete que dará motivo a una interesante reunión. Para este objeto se han repartido sesenta invitaciones. El banquete se realizará en el gran salón de fiestas del hotel, y la mesa, que estará adornada con el más refinado buen gusto, tendrá la forma de una herradura. Una buena orquesta dirigida por el maestro Donndorff, hará más ameno el acto. El menú que es de primer orden, mererecerá sin duda alguna, los honores de la jornada.”
Entre las personas que lo visitaron a través del tiempo  se encontraron figuras de arraigo popular, grandes personajes de las distintas disciplinas de la Cultura, la política y las Ciencias, como por ejemplo Domingo Faustino Sarmiento, Carlos Pellegrini, Nicolás Avellaneda, Juárez Celman, Miguel Cané, Belisario Roldán, Alfonsina Storni, Jorge Luis Borges, Victoria Ocampo, Carlos Gardel, etc.
Lamentable, el emblemático Hotel La Delicia fue demolido en la década de 1950 por no tener resguardo LEGAL.

Bibliografía consultada:


CÉSAR ADROGUÉ, Buenos Aires, 1911- Notas Históricas de las Comunas de Lomas de Zamora y Almirante Brown.
JORGE P. FUMIERE, Buenos Aires, 1969-Origen y Formación del Partido y Pueblo de Almirante Brown (Adrogué).
Para más información lea una Nota según un periodista. Como también notas para los amantes de Jorge Luis Borges.













No hay comentarios:

Publicar un comentario

Mi verdad sobre la casa La Cucaracha

Derecho de Autor. Prohibida la copia o plagio. Mi verdad sobre “La Cucaracha” y su historia                                          ...